Esta es una de las labores que me mantuvo ocupada este Verano, pero al final no había salido por el blog, y creo que hoy es un buen día para enseñároslo. Es uno de esos bordados donde se cumple la máxima “menos es más“, puesto que con tan sólo un trozo de lino en un color claro y unas madejas de hilo Mouliné de DMC se pueden conseguir infinidad de combinaciones y efectos.
Para todas las que se estén iniciando en el mundo del bordado, esta en una de las labores por las que deberían comenzar, ya que te inicias en el manejo de la aguja y el bastidor, y muchos de los puntos que bordes luego te pueden servir para decorar, por ejemplo, fundas para las almohadas de cama, bolsos, camisas… etc.
Espero que os guste y que os animéis a hacer algún “Diccionario de Puntos“, para decorar vuestro rincón de costura quedará genial. ¡Feliz Sábado!.