Después de algunos días de trabajo intensivo en el KAL y en los nuevos talleres online que verán la luz muy muy pronto, por fin, he encontrado un ratito para subir estas fotos al blog y enseñaros uno de los proyectos en los que estuve enfrascada la semana pasada. A mí el mundo de la aguja nunca me ha dado miedo, aprendí a coser a máquina a los 6 años, y mi última prenda creo que fue un “bañador” que hice a mi muñeca, tan tan tan ajustado, que le quedó como un corsé y que a día de hoy la muñeca sigue llevando. Todavía hoy no sé como se lo pude poner.
Años más tarde de aquella incursión en la Alta Costura, concretamente la semana pasada, decidí volver a mis andanzas con la máquina de coser y hacerme algo para mí, un proyecto que no fuera demasiado complicado. Buceando en el blog de Purl Bee encontré esta “Anywhere Tunic” con un tutorial muy claro que explica todo el proceso paso a paso: desde cómo debes marcar las piezas de la túnica en la tela hasta cómo hacer los cordones para fruncir el vestido por debajo del pecho.
Aunque no ha quedado perfecto, entre otras cosas porque era la primera vez que hacía algo para mí y que nunca antes había cosido nada de ropa (dejando de lado el corsé/bañador de mi muñeca), estoy muy orgullosa por haberlo terminado y que el resultado haya sido bueno.
Para mi vestido compré una tela azul de algodón, no quería nada estampado para no perderme demasiado en el dibujo, o por si me asaltaba la manía de que “el dibujo estaba torcido“. Tampoco seguí el tutorial en la parte que explica cómo hacer los cordones para funcir el vestido, yo utilicé una simple tira de algodón blanca. Pero por lo demás: coser y cantar.
