Después de una semana con tiempo otoñal 100% otoñal, a mis manos ya les apetece tejer otro tipo de prendas, y cambiar las mezclas veraniegas de Algodón por el Merino calentito. Este cuello lo tejí a principios de Verano, en uno de esos arranques de medio frío que hubo. Me gustan los puntos que se tejen con lanas de varios colores, los efectos que crean con puntos simples, y cómo con la combinación de éstos se crean tejidos increíbles.
Buscando algo en esa línea me encontré con este cuello del blog Purl Bee (adicta que es una servidora a sus diseños) y me quedé, literalmente, embobada con el punto con el que está hecho. La técnica se llama Brioche en la que combinación de los dos colores da como resultado un tejido con dos caras, en las que se alternan las rayas verticales de un color y de otro. Sobre todo me gusta ese aspecto de canalé, que cuando lo estiras, aparece en medio una trencita, como las del punto Herringbone, del otro color. Perfecto perfecto. Creo que no será la última prenda que teja con esta técnica.
Para hacer mi cuello escogí Woolly de DMC. Me encantan las lanas que son 100% Merino, son suaves, calentitas y no salen bolitas (que es algo que odio). Con algunos ovillos que me sobraron del Nanook y otros blancos que compré para un proyecto que, después de varias pruebas, no me convenció, tejí el cuello entero (creo recordar que fueron 4 ovillos: 2 blancos y 2 rosas). El cuello es lo suficientemente largo como para dar dos vueltas y quedarse pegadito al cuello, para que no entre nada de frío en Invierno.
En otro orden de cosas, esta tarde estaré tejiendo con las chicas de La Mancha Knits. Una de ellas ha sido mi alumna en uno de mis talleres y estoy deseando conocerla (Charo, un besito desde aquí). Lo podréis ver todo a través de mi cuenta de Instagram (@thingstoknit).
También aprovecho para deciros que quedan 2 plazas libres todavía en el Taller Online de Calcetines Top – Down, así que nadie se despiste y consiga su plaza.