Volver a escribir y a publicar en el blog es algo que siempre pospongo, pero que siempre quiero volver a hacer. Al final por mucho que lo planifique lo voy retrasando y dejando de lado en favor de otras tareas. A finales del año pasado estuve reflexionando sobre la utilidad o no de seguir escribiendo un blog. Actualmente las redes sociales se han impuesto en nuestra vida como una forma rápida de consumir lo que nos gusta y de estar conectados: abrimos la app de turno, echamos un vistazo y listo. Un blog es un formato que requiere un poco más de pausa y de sosiego. Y esa pausa muchas veces la percibimos como “pérdida de tiempo“.

Detrás de una publicación siempre hay más horas de las que se perciben, desde preparar la foto, pasando por la edición, los textos, etc. Pero me he dado cuenta de que, en mi caso, a la hora de publicar en una red social el “costo” de tiempo es el mismo. Me gusta intentar crear fotos bonitas y eso requiere una inversión de tiempo. Es algo que hago con gusto, totalmente, aunque después de la “sesión de fotos” mi casa quede mucho más desordenada de lo que debería 🙂

También por otra parte, este formato me da la posibilidad de escribir todo lo que yo quiera, de montar el post como quiera, etc. Sin pensar en el algoritmo malévolo que va dictando lo que le gusta y lo que no. Quiero esa libertad de poder publicar como yo quiera. Dejando aquí constancia de todo por si algún día cerrara mis perfiles en las redes sociales.

Al hilo de esto, esta última semana he estado haciendo un poco de trabajo de chapa y pintura en el blog. Estaba encorsetada en una plantilla de WordPress que ya no me hacía feliz y que me desmotivaba cada vez que la veía: el contenido no se organizaba ni se mostraba como yo quería y, como soy del rollo “Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como“… me puse manos a la obra para construir de cero una que a mí me gustara, que se adaptara a lo que yo quería y que pudiera evolucionar con facilidad. Probablemente cambiaré algunas cosas que creo que no tengo 100% definidas. Pero he querido que este hecho no me frene para escribir de nuevo en el blog.

La foto que ilustra el post es la única que he podido rescatar de mi disco duro del “Midsummer Rose” que tejí hace ya un tiempo mientras devoraba un capítulo detrás de otro de “Juego de tronos”. Es un chal muy grande y tuve proyecto más que de sobra para ver las 8 temporadas. Fue genial tejerlo, aunque al final ya se hacía poco manejable en las agujas por el gran número de puntos. Tengo que investigar que ha sido del resto de fotos o volver a hacerle más, porque es uno de los más bonitos que he tejido.

¡Feliz fin de semana!

 

Patrón: Midsummer Rose – Laine Magazine, Edición 5
Material: Madelinetosh – Twist Light
Color: Farmhouse White