Hay veces que, cuando las cosas no salen, es mejor dejarlas reposar. Muchas veces nos empeñamos, nos empeñamos, deshacemos más que hacemos y al final nos nace un odio irracional por el susodicho patrón que no hace más que ponernos las cosas difíciles. Y esto fue lo que me pasó a mi con este proyecto: grandes expectativas y un final desastroso.

Hace ya más de seis años que compré el patrón porque me pareció (y me sigue pareciendo) uno de los más bonitos que he fichado para tejer para niños. Pero siendo muy muy sincera, por si te atreves con él, ármate de paciencia porque la traducción al inglés es un poco liosa. También tengo que reconocer que puede que la primera vez lo odiara porque elegí un material que no era muy adecuado para tejer las bolitas: era una madeja single y quedaban como si estuvieran tristes y cabizbajas. Puede que si se lo hubiera enseñado a alguien me hubiera dicho que “me estaba quedando bien”, pero basta que tu no estés contenta con el resultado para que empiece a aparecer la frustración más absoluta.

Así que, ante todo este pequeño cúmulo de cosas que no me gustaban del proyecto que había empezado, decidí deshacer, meterlo todo en una bolsa, ocultar todo en un rincón de mi caja de lanas y pasar a lo siguiente. Porque me estaba empezando a desesperar.

Después de todo este tiempo, decidí volverlo a intentar con más calma. Sabiendo ya, como sabía, que el patrón no estaba muy bien explicado: me hice con papel y boli y fui, con calma, “traduciendo” y haciéndome esquemas de los puntos que iba a tener en cada parte y la distribución exacta de todas las bolitas para que me quedara igual por todas partes (soy muy maniática de estas cosas). Con otra madeja diferente que sí me gustaba y un poco de paciencia conseguí terminar mi proyecto frustrado.

Hay cosas que despacio, tomando distancia y tiempo, salen mucho mejor 🙂

 

Patrón: Popcorn Suit – Paelas
Material: La bien Aimée Merino DK
Color: Highgarden